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UNA BODA EN LA FAMILIA MV 332

Se le había urgido a W. C. White, al igual que a su padre antes de él, que prestase servicio en la iglesia en desarrollo casi más allá de su capacidad y de su tiempo. Desde su temprana juventud había estado involucrado en responsabilidades de la obra de publicaciones, la obra de salud y la obra educacional. Su vida personal, y cosas tales como noviazgo, casamiento, nacimientos, falle-cimientos y vida familiar, habían sido insertadas entre reuniones, citas, convenciones y viajes. MV 332.6

Ahora a los 40, un viudo, era presidente de la Unión Asociación Australasiana y presidente del comité de ubicación de la escuela propuesta para Cooranbong. Tenía una pieza en la casa de su madre y le dedicaba a ella tanto tiempo y aten ción como le era posible en medio de su ocupado programa de trabajo. MV 332.7

En una visita reciente a la Escuela Bíblica en Melbourne, él había observado a May Lacey, de 20 años, y la admiraba. May había estado en la Escuela Bíblica durante tres períodos y había desarrollado sus talentos, dando estudios bíblicos y visitando a la gente. También tocaba el piano y el órgano. MV 333.1

W. C. White animó a su madre a que llevase a May Lacey a la casa en lugar de May Walling. “La he empleado —le escribió Elena de White a Edson mientras estaba en Cooranbong—, y ella satisface muy bien los requisitos”. Ella comentó: MV 333.2

Pronto descubrí por qué Willie estaba ansioso de que viniese May Lacey. Él la amaba, y ella se parece más a Mary White, nuestro tesoro que pasó al descanso, que cualquier otra persona que él haya encontrado, pero yo no tenía la más leve idea [de lo que ocurriría] cuando ella vino a mi casa... Tendrás una nueva hermana en pocos meses, si es que su padre da su consentimiento. Ella es un tesoro. Me alegro ciertamente por Willie, porque él no ha tenido una vida muy feliz y agradable desde la muerte de Mary (Carta 117, 1895). MV 333.3

W. C. White había visto a May sólo en breves ocasiones cuando estaba “en casa” entre reuniones y convenciones. De modo que para ella fue una completa sorpresa cuando él le propuso que se convirtiese en la madre de sus hijas sin madre que ahora vivían en Norteamérica. Cuando Willie dejó los Estados Unidos para venir a Australia, esperaba que su estadía se limitaría a no más de dos años, y mucho de ese tiempo sería en viajes, de modo que dejó a Mabel, de 4 años, y a Ella, de 9, en su casa en Battle Creek a cuidado de la Srta. Mary Mortensen. MV 333.4

May no podía contestar la propuesta de W',illie en un tiempo tan breve, pero estuvo de acuerdo en convertirla en un objeto de oración y su aceptación estaba condicionada a la solución de varios problemas que ella sentía que eran un obstáculo. Cuando éstos se resolvieron, se hicieron planes para la boda. MV 333.5