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OTROS QUE AYUDARON MV 372

Una cantidad de otras personas ayudaron a Elena de White a lo largo de los años. Entre ellas estuvieron: MV 372.6

1. Mary Clough. En 1876 Elena de White estaba en la costa del Pacífico, viviendo en la nueva casa de ellos en Oakland. Jaime White, presidente de la Asociación General, estaba retenido en Battle Creek en trabajo administrativo. Ella recibía buena ayuda literaria de su sobrina, Mary Clough, y avanzó con la redacción de “La vida de Cristo”. MV 372.7

Los primeros borradores de sus materiales estaban en su propia letra manuscrita. Mary revisaba editorialmente las páginas y las ponía en la forma de un capítulo, y luego lo copiaba. Por supuesto, el trabajo terminado también estaba en forma manuscrita, porque pasaron seis o siete años hasta que las máquinas de escribir entraron en uso en el trabajo de la Sra. White. Cada mañana ella escribía diligentemente en su cuarto de la planta alta. Después del almuerzo iba al cuarto de Mary Clough, se recostaba en un sofá, y escuchaba mientras Mary leía los materiales preparados en base al primer borrador que ella había escrito. “Los preciosos temas se abren bien ante mi mente”, escribió ella a comienzos de abril (Carta 4, 1876). MV 372.8

2. W. C. White. Su hijo “Willie” ayudaba revisando editorialmente el material, leyendo manuscritos, eligiendo ilustraciones, encontrando un publicador, haciendo arreglos comerciales. No tenía ninguna parte en la redacción, la fraseología o el contenido literario del trabajo. MV 373.1

3. Sara McEnterfer. Sara McEnterfer, una enfermera graduada de Battle Creek, ayudó a Elena de White en diferentes maneras y viajó con ella en Norteamérica y en Europa. A ella se la consideró una de las tres “ayudantas literarias” que auxiliaron a la Sra. White en Australia, y fue reemplazada por Fannie Bolton cuando se enfermó y tuvo que regresar temporariamente a los Estados Unidos. Incluso hizo trabajos de carpintería cuando el personal se estaba esforzando a fin de terminar la construcción en la fecha fijada para la apertura del Colegio de Avondale. Ella probablemente leía en forma ocasional el texto original, pero no tenía parte en el trabajo literario. MV 373.2

4. Fannie Bolton. Fannie Bolton fue una de las tres ayudantas que viajaron con Elena de White en el S. S. Alameda cuando el grupo se embarcó desde San Francisco a Australia. Fannie había sido invitada a unirse al personal de la Sra. White en 1887. Era hija de un ministro metodista y fue traída al seno de la Iglesia Adventista en Chicago mediante los esfuerzos evangelizadores de G. B. Starr y su esposa. En ese entonces era una corresponsal del Daily Inter Ocean de Chicago. Recibió su educación literaria en el seminario para damas en Evanston, Illinois (DF 445, G. B. Starr a L. E. Froom, 19 de marzo, 1933), y parecía bien equipada para un futuro promisorio. Starr y otros la recomendaron calurosamente. Apenas conocía a Elena de White y a W. C. White, pero fue empleada cuando la Sra. White regresó de Europa. Ella iba a encajar en donde fuera necesario, pero su trabajo consistiría mayormente en preparar los materiales de la Sra. White para la Review and Herald, Signs of the Times y el Youth’s Instructor. Viajó al Oeste con el grupo de los White y residió con ellos en la casa de los White en Healdsburg, California. W. C. White informó que Fannie “demostró ser brillante y alegre, y aunque a veces era algo errática, los otros miembros de la familia la amaban”. MV 373.3

Desafortunadamente, los años de servicio de Fannie con Elena de White en Australia (1891-1896) le acarrearon angustia mental a la Sra. White debido al estado de ánimo voluble de Fannie, a su conducta errática y a su deslealtad. Fue despedida varias veces, pero se la restituyó bondadosamente a su trabajo. MV 373.4

Finalmente renunció, reconociendo su falta de mérito y de idoneidad para el trabajo. Fue reemplazada por Maggie Hare. MV 374.1

5. Maggie Hare. Maggie Hare pertenecía a la numerosa familia Hare cuya casa paterna en Kaeo, Nueva Zelanda, había visitado Elena de White (ver capítulo 19). Una joven secretaria, Maggie le ayudó a Sara a manejar el inmenso volumen de correspondencia que salía hacia los Estados Unidos y que llegaba de allí. Reemplazó a Fannie Bolton en la tarea de seleccionar material adecuado de los manuscritos y cartas de Elena de White para publicar en los periódicos. Cuando la Sra. White regresó a los Estados Unidos en 1900, Maggie fue una de las cuatro mujeres ayudantas que la acompañaron. MV 374.2