Un silenció solemne impregnó la asamblea cuando Elena de White se dirigió a su silla. El pastor Irwin se adelantó y dijo en respuesta: MV 406.2
Ciertamente estas palabras que hemos escuchado son muy claras, y me parece que vienen en forma muy oportuna, justamente al comienzo de nuestra sesión. Notamos que el énfasis del testimonio fue la reorganización. Esto debe comenzar primeramente con nosotros como individuos, y confío que pueda comenzar en cada corazón. Yo, por mi parte, deseo aceptar el testimonio que se ha presentado, y deseo que la obra de reorganización y regeneración no sólo sea comenzada, sino completada, en mi vida. Me alegro que estas palabras fueron dichas precisamente ahora (Id., p.27). MV 406.3
Lo que luego ocurrió no tomó por sorpresa al presidente. A. G. Daniells, un hombre de 43 años de edad y en su plenitud, que durante los últimos 13 años había prestado servicio en Nueva Zelanda y Australia, pidió ahora la palabra. Caminó hasta el frente del Tabernáculo, subió las escaleras y se colocó frente al escritorio que estaba en la plataforma. Habló de la reunión realizada en la biblioteca del colegio el día anterior, en la que Elena, de White había dado un consejo similar. Declaró lo siguiente: MV 406.4
Todos sentimos que nuestra única seguridad radica en la obediencia, en seguir a nuestro gran Líder. Sentimos que debiéramos empezar en el mismo comienzo de esta obra en esta reunión, y construir sobre su fundamento [el de Cristo] tan de cerca como sepamos hacerlo (Ibíd.). MV 406.5
Luego ofreció la siguiente abarcante propuesta: MV 406.6
Propongo que se suspendan los reglamentos y declaraciones usuales para el orden y la consideración de los asuntos administrativas, y que por este medio se nombre un Comité General consistente de las siguientes personas: Los presidentes y secretarios de la Asociación General, de la MV 406.7
Asociación de la Asociación General, de tas uniones asociaciones Europea y Australasiana; de la Review and Herald, Pacific Press y la Echo Publisliing Company; de la Junta Directiva de las Misiones Extranjeras, de la Asociación Médico-Misionera y de Benevolencia; de los colegios de Battle Creek, Healdsburg y Union; y las siguientes personas mencionadas por nombre: J. N Loughborough, S. N. Haskell, A T. Jones, W. W. Prescott, y otras personas que puedan ser necesarias para representar los importantes proyectos e intereses conectados con la obra de los adventistas a través del mundo; que las mismas sean nombradas por el comité cuando sea organizado, y que este comité constituya un comité general o central, el cual hará dicho trabajo como debe hacerse necesariamente a fin de promover la obra de la Asociación [General] y preparar los asuntos administrativos para presentarlos a los delegados” (Ibíd.). MV 407.1
El pastor Daniells predijo confiadamente que si “avanzamos valientemente para seguir la luz que él [Dios] nos da, ya sea que podamos ver claramente hasta el fin o no; si caminamos en la luz que tenemos, yendo justo tan lejos como podamos hoy, Dios nos dará luz adicional, nos sacará del cautiverio a la libertad gloriosa”. En sus observaciones finales expresó aprecio por el hecho de que “tenemos una voz definida y cierta para hablamos”. MV 407.2
Los delegados pasaron luego a una discusión ardorosa de la propuesta que estaba ante ellos. Cuando parecía haber una actitud excesivamente cautelosa, Elena de White se levantó e instó a que nadie obstruyese lo que se estaba proponiendo. Después de una sesión de oración, el asunto fue puesto ante la asamblea, y después de una discusión adicional y de responder preguntas, el presidente de la sesión puso el asunto a votación. El registro dice que “se aprobó unánimemente” (Id., p. 29). MV 407.3
El Señor había pedido cambios. Tenían que hacerse cambios. Debían darse pasos para que las responsabilidades se distribuyesen entre los dirigentes que estaban cerca de donde se estaba haciendo el trabajo. MV 407.4