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Smith se dirige a los críticos MDS 496

Luego Smith preguntó por qué surgen objeciones contra Elena de White: “Podemos preguntar enfáticamente la pregunta que Pilato planteó a los judíos con referencia al Salvador: ‘Pues ¿qué mal ha hecho?’ ” MDS 496.5

Procedió entonces a contestar su pregunta: “La primera clase [de críticos] está compuesta por aquellos que creen, o que habían creído en los puntos de vista sustentados por los adventistas en el momento en que comenzó su oposición, pero a quienes, o a alguien con quien ellos simpatizaban, las visiones señalaron o reprobaron [sus] errores... La otra clase consiste en aquellos que son oponentes reconocidos y abiertos de todos los puntos de vista distintivos que sustentan los adventistas. Su oposición surge de un motivo diferente del de la primera clase... Odian ese sistema de verdad con el cual se vinculan las visiones, y las atacan como la manera más segura y efectiva de obstruir el progreso de esa verdad. En esto reconocen la eficiencia de las visiones para el avance de esta obra”. MDS 496.6

Smith resumió su descripción de los críticos: “Esto cubre el terreno completo de la oposición; porque nunca hemos conocido ninguna objeción que surja que no pueda rastrearse a una u otra de estas dos fuentes”. 80Witness of the Pioneers Concerning the Spirit of Prophecy (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1981), pp. 33-34. MDS 496.7

Presuposiciones. Los paradigmas conscientes o inconscientes, o las presuposiciones, crean estructuras intelectuales que han cegado a los seres humanos desde los primeros días de este lado del Jardín del Edén. Caín tenía su paradigma. en el cual debía encajar su pensamiento, y Abel tenía el suyo. Copérnico y Galileo tuvieron que contender con la atmósfera de las presuposiciones hostiles entre los eruditos de sus días. Jesús y los creyentes fieles enfrentaron el rechazo porque la verdad no armonizaba con las expectativas (los paradigmas) de sus contemporáneos. 81 Ver el Apéndice E para notar cómo las presuposiciones determinan la comprensión de una persona con respecto a la cuestión de la puerta cerrada. MDS 496.8

Obviamente Elena de White tuvo que contender con aquellos que se oponían a su ministerio. Pudo ver que las razones que la gente daba para rechazar su trabajo a menudo no eran las verdaderas razones: “Se sigue en las complacencias pecaminosas, se rechazan los Testimonios, y se dan a otros muchas excusas falsas acerca de la razón que se tiene para negarse a recibirlos. No se da la verdadera razón. Es una falta de valor moral y de una voluntad fortalecida y regida por el Espíritu de Dios para renunciar a los hábitos nocivos”. 82Joyas de los testimonios, t. 2, pp. 289-290. MDS 496.9

La Sra. White reconoció el problema de las presuposiciones: “Algunos, oyendo a través de sus propios prejuicios o predisposiciones, comprenden el asunto como desean que sea — como mejor armoniza con sus propósitos— y así lo informan. Siguiendo los impulsos de un corazón no santificado, interpretan como malo aquello que, correctamente entendido, podría ser un instrumento de gran bien”. 83Testimonies, t. 5, p. 695. MDS 496.10

Todos conocen el atractivo sutil de la duda. Todos han tenido que contender con ese atractivo. La duda hace que uno sea prudente frente a lo desconocido. La duda, sin embargo, puede convertirse en la Línea Maginot para los que no se han comprometido [del lado de la verdad]; demasiado a menudo permitimos que la duda llegue a ser sinónimo de una razón calma y que la veamos como una señal de inteligencia. Si nos relacionamos con el Espíritu de Dios como lo haríamos con alguien que nos quiere vender algo por teléfono, estamos usando mal la razón. MDS 497.1

La mayoría de las personas han observado la solidez de la advertencia de la Sra. White: “Satanás sabe sugerir dudas e idear objeciones contra el testimonio directo que Dios envía, y muchos piensan que es una virtud, un indicio de inteligencia, ser incrédulos, dudar y argüir. Los que desean dudar tendrán abundante oportunidad de hacerlo. Dios no se propone suprimir todo motivo de incredulidad. El da evidencias que deben ser investigadas cuidadosamente con mente humilde y espíritu dispuesto a recibir enseñanza; y todos deben de cidir por el peso de las evidencias”. 84Joyas de los testimonios, t.1, p. 330; Id., t. 2, p. 290. Para un análisis de cómo las presuposiciones (o “teorías”) han impulsado la investigación bíblica en los últimos 200 años, ver Paul A. L. Giem, Scientific Theology (Riverside, CA: La Sierra University Press, 1997), pp. 112-116. “Dios da suficiente evidencia para que pueda creer el espíritu sincero; pero el que se aparta del peso de la evidencia porque hay unas pocas cosas que su entendimiento finito no puede aclarar, será dejado en la atmósfera fría y helada de la incredulidad y de la duda, y perderá su fe”. 85Testimonies, t. 4, pp. 232-233; Joyas de los testimonios, t. 2, p. 290. MDS 497.2

Creer en el ministerio de Elena de White no es un asunto de credo. Ni se parece a creer que Jesús nació en Belén o que ella nació en Maine. Pero sí es semejante a creer que Jesús es el Salvador personal de un creyente, lo cual implica más que un compromiso mental. Los críticos han encontrado muchas razones “intelectualmente satisfactorias” para disputar las afirmaciones bíblicas. En la mayoría de los casos observan al recipiente, no al contenido. O encuentran “razones” para rechazar el llamado de Cristo a la abnegación y a seguirle en una obediencia gozosa para cumplir la voluntad de Dios. MDS 497.3

¿Por qué? Porque buscan una religión como la que desea el corazón: “La gente no soportará la sana enseñanza; más bien, según sus propios caprichos, se buscarán un montón de maestros que sólo les enseñen lo que ellos quieran oír. Darán la espalda a la verdad” (2 Tim. 4:3-4, V. Popular). MDS 497.4

Cuando uno mira el mensaje del mensajero, y no primariamente las limitaciones del mensajero, se coloca un fundamento distintivo y firme, suficientemente seguro como para sostener el “peso de la evidencia” que existe. MDS 497.5