“Si se cultiva la tierra, ella proveerá, con la bendición de Dios, para nuestras necesidades. No tenemos que desanimarnos en cuanto a las cosas temporales en virtud de fracasos aparentes, ni debiéramos descorazonarnos a causa de las demoras. Debiéramos trabajar el suelo en forma alegre, esperanzada y agradecidamente; creyendo que la tierra encierra en su seno ricas provisiones para el obrero fiel, provisiones más preciosas que el oro o la plata. La mezquindad que se le atribuye es un testimonio falso. Mediante un cultivo adecuado e inteligente, la tierra entregará sus tesoros para beneficio de la humanidad. Las montañas y las colinas están cambiando; la tierra se está envejeciendo como ropa de vestir; pero la bendición del Dios, que preparó una mesa para su pueblo en el desierto, no cesará jamás. CC 24.1
“Nos esperan tiempos solemnes, y existe gran necesidad de que las familias salgan de las ciudades y se internen en el campo, con el fin de que la verdad pueda llevarse a los vallados asi como a los caminos de la Tierra. Mucho depende de que se tracen nuestros planes de acuerdo con la Palabra del Señor y se lleven a término con perseverante energía. El éxito depende más de la consagrada actividad y perseverancia que del genio y el estudio de los libros. Todos los talentos y las aptitudes otorgadas a los agentes humanos, si no se usan, son de escaso valor. CC 24.2
“Un retorno a los métodos más sencillos será apreciado por los niños y los jóvenes. El trabajo en la huerta y en el campo constituirá un cambio agradable en la cansadora rutina de las lecciones abstractas, a las cuales sus mentes jóvenes no debieran jamás estar limitadas. Esta variación será especialmente valiosa para el niño nervioso que encuentra en los libros lecciones agotadoras y difíciles de recordar. Hay para él salud y dicha en el estudio de la naturaleza, y las impresiones hechas no desaparecerán de su mente, por cuanto estarán asociadas con objetos que se hallan constantemente ante sus ojos” (Testimonios para la iglesia, t. 6, págs. 182, 183 [1900]). CC 24.3