Go to full page →

El don de aconsejar CC 36

“Algunos hombres comprenden claramente los problemas y tienen habilidad para aconsejar. Esto es un don de Dios. En los momentos cuando la causa de Dios necesita palabras certeras, solemnes y sólidas, pueden hablar en forma tal que las mentes perplejas y en oscuridad lleguen a captar, como un repentino rayo de luz, la conducta que deben seguir, [y esto constituirá la respuesta a las preguntas] que los han mantenido perplejos y los han desconcertado durante semanas y meses mientras estudiaban el problema. Se produce un esclarecimiento, una iluminación del camino que está delante de ellos, porque el Señor ha dejado brillar su luz, y ellos ven que sus oraciones son contestadas y que su camino se ilumina. Pero puede ser que se den consejos imprudentes, que sólo digan que deben salir de Battle Creek, a pesar de que no haya nada claramente definido con respecto a la ventaja espiritual que podrían lograr para sí mismos o para otros al hacer el cambio. CC 36.1