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Material solicitado para una monografía de una asignatura de tres meses en el Seminario 3MI 235

En el pasado he hablado muchas veces sobre nuestro deber de sustentar a los necesitados entre los obreros del Señor que, por la edad o por razón de la debilidad causada por la desprotección o por el intenso trabajo en la obra del Señor, ya no pueden soportar las cargas que una vez llevaron. Cuando estos fieles obreros enferman, deberíamos manifestar nuestro interés en ellos, y encargamos de que no sufran por falta de las cosas que necesitan. Este es un sagrado privilegio, así como un deber [...]. 3MI 235.4

Hermanos míos, es bueno que se establezcan planes seguros para el apoyo de nuestros obreros ancianos, o de los obreros más jóvenes que padezcan por trabajo excesivo. Es bueno que se cree un fondo para dar comodidad a estos fieles soldados que aún anhelan emplear su cerebro, sus huesos y sus músculos en la obra de dar la última nota de advertencia al mundo. No nos cansemos en el sustento de los portaestandartes afligidos o ancianos que trabajaron con fidelidad en el pasado, pero que ahora son incapaces de realizar un trabajo como el que hicieron anteriormente. Esto es parte de nuestro deber en este momento.— Carta 10, 1911, pp. 1, 2 (a E. A. Palmer, 7 de marzo de 1911). 3MI 236.1

Patrimonio White,

12 de diciembre de 1966