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Manuscrito 55a—El pacto y el bautismo MI1 209

Durante los cuarenta años de peregrinación por el desierto, el Señor fue fiel al pacto que había hecho con su pueblo. Los que le fueron obedientes recibieron las bendiciones prometidas. Y ese pacto sigue en vigor. MI1 209.1

A través de la obediencia podemos recibir las más ricas bendiciones del cielo. Los que reivindican ser seguidores de Cristo se comprometen a la obediencia en el momento de su bautismo. Cuando descienden al agua, se comprometen en presencia del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, a que, ahora, habiendo muerto al mundo y sus tentaciones, se levantarán de la tumba líquida para andar en novedad de vida, a una vida de obediencia a los requisitos divinos.— Ms 80, 1903, p. 2 («Whoso Offereth Praise Glorifieth God” [«El que me ofrece alabanzas glorifica a Dios»], 1º de agosto de 1903). MI1 209.2

PATRIMONIO WHITE, Washington, D. C., 13 de noviembre de 1953

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De un manuscrito para God’s Plan (El plan de Dios).