Ustedes podrían fijarse bajos ideales. No se aferren a pensamientos triviales y comunes. Si lo hacen, saldrán de la escuela como individuos triviales y comunes. Mientras estén en la escuela decidan no perder el tiempo. Este es un momento grandioso, de resultados significativos y, por lo tanto, ustedes tienen que aprovechar cada oportunidad que se les presente. Al hacer esto, gracias a su estadía en la escuela, ustedes saldrán más puros y santos. SE1 272.1
Es imposible predecir qué ocurrirá dentro de unos meses. Tal vez nunca tengan otra oportunidad de asistir a la escuela de Cooranbong. Pero ahora, precisamente ahora, al comienzo de este año escolar, busquen a Dios con todo el corazón, y lo encontrarán. Nuestro Dios vela por los hijos de los hombres. Y ¿qué están haciendo los miles y miles de ángeles de luz? ¿Cuál es su obra? «¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?» (Heb. 1: 14). La batalla entre el ejército de Cristo y el ejército de Satanás es continua. Los ángeles de Dios están a nuestro alrededor como un muro de fuego. Los necesitamos, porque Satanás siempre está procurando proyectar su sombra infernal entre nosotros y Dios; pero los ángeles de Dios repelen las fuerzas de las tinieblas. Si confiamos en el Señor, Satanás no podrá hacernos daño. SE1 272.2
Dios tiene una iglesia en el mundo, y esta iglesia se encuentra más cerca de su corazón que cualquier otra cosa en esta tierra. Él se comunica con ella. Él ha capacitado y ha dado talentos a hombres y mujeres, les ha dado de su Espíritu para que sean los guardianes de su iglesia, para que velen por los intereses de su pueblo. Ellos son sus mayordomos, y él ha puesto algunos de ellos en esta escuela, para que cuiden de los jóvenes que se educan aquí. Alumnos, cuando vean que ellos tienen un amable interés por ustedes, respondan por amor a Cristo. Colóquense en el lado correcto. Propónganse que no se encontrarán bajo el negro estandarte del príncipe de las tinieblas, sino que lucharán bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe Emanuel. SE1 272.3