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22—La obra en el Sur SE2 201

HEMOS ASUMIDO nuestra responsabilidad ante Dios, diciendo que tenemos una luz superior, y alegamos que estamos proclamando el mensaje más solemne jamás presentado al mundo. Durante algunos años, según me ha sido presentado todo el campo de labor, he sentido una gran tristeza. Dios espera que en su tesorería existan los medios para sostener la obra en todos sus ra-mos. Me ha sido mostrado que los lugares improductivos en la viña del Señor en última instancia lo afectan a él. El contraste entre lo que debería haberse realizado y lo que no se ha hecho es evidente, y se le echa a Dios la culpa del descuido. La maldad de los lugares en los que no se enarbola el estandarte de Dios clama en contra de aquellos que han descuidado el avance de la obra, que han revoloteado sobre las iglesias mientras los miembros debían ser enseñados a confiar en Dios y a estar bien arraigados. SE2 201.1

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Charla presentada en la capilla de la Review and Herald, en el año 1901. Manuscrito 37, 1901

Por eso he dicho que el puesto del pastor Jones no se encuentra en la dirección editorial. Él tiene un mensaje que llevar y el poder para proclamar ese mensaje, y debería entrar a los territorios donde es mayor la necesidad de presentar a la gente las verdades de la Palabra de Dios. SE2 202.1

Me ha sido presentado un territorio tras otro. Los lugares de Europa donde se habla inglés es un campo muy importante. De allí surgirán personas que llevarán la verdad a los demás. SE2 202.2

Todo esto me ha sido presentado repetidamente así como este mensaje: «Entren en territorios nuevos. Planten el estandarte en nuevos lugares. No dejen de trabajar ninguna parte de la viña del Señor». Dejar a los hijos de Dios sin luz es como culpar a Dios. El día del juicio esa frase será mencionada de nuevo a aquellos que han descuidado la tarea que Dios les encomendó. La responsabilidad de aquellos que tienen que ver con la sagrada verdad siempre se me ha mostrado bajo una luz tan solemne que he creído es mi responsabilidad presentar este mensaje una y otra vez, y así lo estoy haciendo. SE2 202.3

Es necesario que abandonemos de una vez por toda la idea de que los pastores tienen que ir revoloteando por las iglesias. Hemos de enseñar a los miembros de nuestras congregaciones a mantenerse ocupados, poniendo de manfiesto la inteligencia y la espiritualidad que Dios exige de quienes afirman ser miembros de su iglesia. SE2 202.4

¿Qué se hace con el fin de aportar vida a las iglesias? Nada como presenciar la obra mientras avanza en el campo de cosecha. En esta obra pueden participar los miembros de las iglesias. Ellos quizá no prediquen, pero pueden ayudar en muchas otras formas. Algunos pueden trabajar como lo ha hecho el hermano Shireman. Dios nos ha dado la obra del hermano Shireman para que sea una lección práctica. El Señor está dirigiendo al hermano Shireman en su labor; el Espíritu del Señor lo ha guiado y bendecido. Hay otros que pueden y deberían trabajar como él lo ha hecho. SE2 202.5

Durante algún tiempo el territorio del Sur me ha sido presentado como si fuera un niño enfermo. Se me ha mostrado que nuestro pueblo se ha apartado de ese niño enfermo que necesita ayuda y atención de quienes están sanos. Si hay gente en el mundo, que no puede ayudarse a sí misma son los habitantes del Sur, tanto una parte de los blancos como de la gente de color. La necesidad de trabajar entre los blancos pobres es tan grande como la necesidad de trabajar entre la gente de color. SE2 202.6

La gente de color necesita alguien que reflexione y haga planes a favor de ellos. No podemos decir: «Hagan esto, o aquello», a quienes ni conocen el abecedario. Una obra a la ligera no ayudará a esa gente. Un obrero se dirige allá, examina el territorio, observa la situación negativa, y se marcha. Eso es lo que ha ocurrido una y otra vez. ¿De qué sirve esa ayuda? Por eso, una cosa después de otra ha impedido el progreso de la obra. SE2 202.7

En tiempos recientes algo ha sido realizado en los territorios sureños; se han fundado algunas escuelas. Aunque estoy hablando del campo cuando nada se hacía, cuando mi hijo y el hermano Palmer comenzaron a trabajar. Desde los mismos inicios de su labor, sus esfuerzos deberían haber sido estimulados mediante la oración y el consejo de sus hermanos. Pero, ¿se hizo eso? SE2 203.1

Teníamos entendido que el libro Gospel Primer [El abecé del evangelio] debía publicarse para ayudar a la obra en el Sur. La forma en que se manejó lo relacionado con este libro hizo que mereciera el reproche divino la forma de actuar de todos los que intervinieron en el asunto. SE2 203.2

En lugar de hacer lo que debían para ayudar al territorio del Sur, hubo quienes permitieron que surgiera el egoísmo que Dios aborrece, porque vieron que habría ganancias mediante la venta del Primer. Se hicieron muchas intrigas con el fin de desviar del campo del Sur los ingresos provenientes de dicho libro. Eso no se lo había mencionado hasta ahora a nadie, ni siquiera a Edson; pero creo que esta mañana ha llegado el momento de decirlo. Todo fue cosa de astutos malabaristas. SE2 203.3

Dios desea que todos se den cuenta de que él odia y rechaza los subterfugios. Él jamás hará que prosperen los que participan en maniobras como esa. Pero eso fue lo que justamente se ha hecho aquí. A Edson y al hermano Palmer se les hizo cargar con demasiadas responsabilidades, lo que resultó excesivo para ellos. Si yo hubiera podido estar junto con ellos, podría haberles dicho cómo proceder. Si hubiera estado allí, lo habría apoyado en todo, los habría apoyado hasta el fin. Pero no estuve, y nadie se atrevió a decir a quienes estaban al frente de la obra: «¿Por qué actúan ustedes así?». SE2 203.4

El tema del Gospel Primer aún no se ha olvidado. Este asunto se me ha presentado una y otra vez. Se han intentando algunas componendas con el fin de arreglar el asunto, el Señor no las pueda aceptar. Sería mejor que los hombres que han tomado esa actitud cortaran todos sus vínculos con la obra; a no ser que aprendan el significado de los principios de veracidad, a no ser que tengan ojos para ver ni oídos para oír, ni corazones para entender; a menos que reconozcan que la obra de Dios es sagrada para él. El desagrado de Dios recae sobre todo intento de retener los fondos del campo del Sur. SE2 203.5

El territorio del Sur debe ser trabajado en forma inteligente. Algunos han pensado que debido a que los habitantes del Sur son tan ignorantes, no importará la preparación de los obreros que se envíen allí. Pero lo cierto es que la gente ignorante requiere que se envíe allí a los obreros más capacitados, obreros que sepan cómo funciona la mentalidad de esas gentes. Los que trabajan a favor de los que se han degradado tanto como la gente de color del Sur, deben ser hombres y mujeres comprometidos, no que trabajen un poquito y luego se cansen y se marchen a casa. Ese campo requiere obreros que digan: «No fracasaré ni me desanimaré”. SE2 204.1

Mientras vivía en Cooranbong, me fueron presentadas las necesidades del Sur. Durante la noche me pareció estar en pie delante de una gran congregación, mientras hacía un llamado. Esa noche desperté a las once y comencé a redactar este llamado. El dinero recaudado en respuesta a esta apelación no debe ser enviado a lugares que ya han recibido ayuda. Debe ser enviado a lugares que no han recibido ayuda. Debía ser enviado al territorio donde debió haber un inicio, donde todo estaba mal, donde ser requería ayuda con el fin de que algo se realizara. SE2 204.2

Se recogieron cerca de once mil dólares en respuesta a ese llamado; y luego esperé y esperé para ver lo que se había hecho con ese dinero. Edson continuó escribiéndome, diciendo que él quería hacer esto y aquello para iniciar la obra, pero que no podía por falta de medios. En su labor él encontró gente que necesitaba ropa, y él quería suplir sus necesidades, pero su sueldo era muy pequeño por lo que él tenía poquísimo dinero como para hacer algo con ello. Traté de ayudarlo, entregándole un recibo por $400 para la Review and Herald, con el fin de que él lo usara para vestir al desnudo y alimentar a los hambrientos. SE2 204.3

¿Adónde fue el dinero que se recaudó para los territorios del Sur? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se recogió ese dinero? Se recaudó hace cinco años, pero no sé adónde fue; y me gustaría que me lo dijeran, en caso de que haya alguien que lo sepa. Los que han retenido el dinero que se recaudó para el Sur, en respuesta a mi llamado, son responsables ante Dios, pues él fue el que nos llevó a que realizáramos esa apelación. SE2 204.4

El hermano Palmer fue trasladado de allí. Se necesitaba que él estuviera al lado de Edson. Ninguno de los dos recibió mucho apoyo allí. Pero fue trasladado para que se ocupara en otras tareas. SE2 205.1

El plan no tuvo éxito, y yo sabía que no lo iba a tener; además no contribuyó con la espiritualidad del hermano Palmer. Mi gran temor ha sido que bajo la presión a la que se le sometió incluso apostatara por completo y abandonara la verdad. Pero el Señor me reveló que él cuidaría del hermano Palmer y que lo restablecería al puesto de donde había sido sacado. Pero no quise decir nada de esto al hermano Palmer hasta que él mismo presentara la petición de regresar al Sur. Las cosas se han ido desarrollando de acuerdo con los designios de Dios. Él desea que Edson y el hermano Palmer sigan juntos. Dios decidió hace varios años que ellos debían trabajar unidos. SE2 205.2

Antes de anoche dormí tan solo una hora. Le di muchas vueltas a los asuntos de los que he hablado esta mañana. Me pregunté, si yo me podría ir de aquí sin haber dicho nada de todo esto. ¿Iba yo entonces a quedar libre de culpa ante Dios? No tenía planes de decir ni una palabra. Pensé que cuando el Espíritu de Dios descendiera a nuestras reuniones habría algunos que reconocerían que tenían el deber de decir algo respecto a la necesidad de que cese el reproche que durante años el cielo ha manifestando hacia la obra allí. SE2 205.3

Aunque no están aquí muchos de los que han sido los mayores causantes del daño hecho, hay algunos que siguen por la misma senda de maldad. Pasar por alto los principios de justicia es como quitarle los cimientos a una casa. Si los hombres que han llegado a la edad adulta no pueden entender el valor de los principios de pureza, deberían apartarse para meditar y orar hasta que lo entiendan. De acuerdo con la luz que he recibido, sé que se han aplicado principios que no cuentan con la aprobación celestial. SE2 205.4

Lo que ha llevado la causa de Dios a esta situación vergonzosa es que se han aplicado principios erróneos. La gente ha perdido la confianza en aquellos que encabezan la administración de la obra. SE2 205.5

Sin embargo, oímos que la voz de la Asociación es la voz de Dios. Cada vez que oigo eso, he pensado que es casi una blasfemia. La voz de la Asociación debería ser la voz de Dios, pero no lo es porque algunos vinculados a ella no son hombres de fe y oración; no son hombres de principios elevados. No hay una búsqueda de Dios de todo corazón; no hay un reconocimiento de la tremenda responsabilidad que descansa sobre los que en esta institución deben moldear y ajustar las mentes a la semejanza divina. SE2 205.6

Estas cosas las he guardado en mi alma con gran dolor. A veces me sobrepongo hasta cierto punto, pero me doy cuenta de esa herida aún no se me ha cicatrizado; porque si así fuera el asunto no se me presentaría en forma continua. Si algo sanó, sano está. Se me recordó el caso de Acán. SE2 206.1

Toda la congregación de Israel fue afectada por el pecado de Acán. Por eso Dios no podía ayudarlos, y cuando salieron a la batalla fueron vencidos por sus enemigos. Josué se postró delante del Señor y preguntó: «¡Ay, Señor! ¿Qué diré, ahora que Israel le ha vuelto la espalda a sus enemigos?». Dios le dijo que había algo que era anatema en el campamento, que habían tomado del despojo de los enemigos de Israel. Le dijo que había hurto y contumacia en el campamento, de modo que su bendición no podía descansar sobre el pueblo mientras aquello no se limpiara. SE2 206.2

Esos pecados han sido cometidos en lo que se ha realizado aquí. Me sorprende que Dios haya soportado por tanto tiempo a los que han participado en esa acción. SE2 206.3

Antes de venir aquí Dios me dijo cómo debía actuar. Que debía presentar un testimonio directo y hacerlo sin exteriorizar excusa alguna respecto a la razón para presentarlo. Entonces mi tarea concluiría. La responsabilidad recaería sobre aquellos a quienes se había presentado el testimonio. Si no reaccionaban al respecto, la culpa sería de ellos. Yo no tendría culpa alguna ya que habría cumplido con mi deber. SE2 206.4

Hay algunos que han tratado de socavar la influencia de Edson White. Se olvidan al hacerlo que mucho más podría haberse hecho para debilitar la influencia de ellos. Han hablado de Edson despectivamente, con un manifiesto desprecio. Mi hijo no sabía que yo iba a hablar de ello; pero creo que es mi deber decirlo en la mañana de hoy. Es pecado en contra de Dios tratar a un compañero de labores, como algunos han tratado a Edson. Dios ha dicho: «Mi ángel irá delante de él, si él camina en humildad ante mí”. SE2 206.5

Le dije a mi hijo que fuera cuidadoso respecto a su proceder porque si él cometía errores algunos dirían: «No vale la pena confiar en Edson White». Estarían observándolo a fin de encontrar una oportunidad para criticarlo. El ángel puso su mano en su hombro y le dijo que trabajara y caminara muy discretamente debido que había algunos que estaban preparados a estorbar su labor en el Sur, de presentár-seles la oportunidad. SE2 206.6

Dios no está con los que critican y encuentras faltas, y espero que todos se den cuenta. Si los que andaban criticando hubieran ido al Sur y hablado con Edson como con un hermano, aconsejándolo y orando con él, ¿cuánto mejor no habría sido? Pero en lugar de hacerlo, se mantuvieron al margen lanzando andanadas contra su obra, haciendo que se viera del peor modo posible. ¿Por qué no fueron ellos mismos al campo de labor para así presentar un informe fidedigno? Tuvieron la oportunidad de hacerlo, pero lo que hicieron fue hacer caso de la informaciones que algunos habían traído. En los Salmos leemos varón que está en los atrios de Dios es aquel que no admite reproche en contra de su vecino. SE2 207.1

Lo que sé es que ya he dicho suficiente como para que ustedes actúen. Pero deseo decir una vez más que hay una obra que hacer en el Sur. Hasta que no se establezcan sanatorios en ellas, muy poco puede hacerse en las ciudades del Sur. SE2 207.2

Esta obra debe comenzarse de inmediato. En Nashville algo se ha hecho, pues se ha abierto un sanatorio allí. Debe fundarse una escuela, no en la ciudad sino a cierta distancia y abrir otras escuelas en diferentes lugares del Sur. Maestros de color deben trabajar por la población de color bajo la supervisión de hombres bien preparados que posean un espíritu de misericordia y amor. SE2 207.3

Deseo decir también que el Sur es un mundo en sí mismo. La obra en ese lugar tendrá que ser llevada a cabo en gran medida en forma independiente de la Asociación de allí. Los obreros en el campo de labor tendrán que ejercer buen juicio respecto a la mejor forma de llevar adelante la obra. Los que comiencen a trabajar en cualquier parte de la viña del Señor no deben creer que no se pueden dar ni un solo paso sin antes haber consultado con los que están en Battle Creek. Los que están al frente de la obra, si llegan a saber que un obrero no está actuando correctamente, no deben relevarlo sin antes haber averiguado la realidad de su caso. SE2 207.4

Dios desea que su pueblo actúe con prudencia. Si ustedes oyen que un obrero no está haciendo lo que debe, investiguen para conocer qué carencias tiene. Hablen con él respecto a su desempeño y anímenlo a mejorar mostrándole la mejor forma de trabajar. SE2 207.5

Hemos llegado a un punto en que la obra no puede avanzar si se adoptan principios erróneos. Solamente dos o tres con voz y voto no deben controlarlo todo y en todos los ámbitos. Por supuesto que no. En todos los lugares Dios tiene hombres capacitados, y no favorece que cuando esos hombres desean dar algún paso al frente tengan que acudir a Battle Creek para averiguar la forma en que deben proceder. El Señor dice: «Yo desmenuzaré esos planes de de trabajo y cortaré esa dependencia”. Cada campo tendrá que asumir su propia responsabilidad. SE2 207.6