Dr. Lewis. — Señor Presidente. La objeción planteada por el Prof. Jones contra la exención en favor de los observadores del sábado, me parece totalmente imaginaria. Hasta donde se refiera a cualquier bautista del séptimo Día, yo sé que sería imposible que alguno abriera una taberna en domingo y presentara la excusa de que es bautista del séptimo Día. Un bautista del séptimo día aficionado a las tabernas es una cosa desconocida a lo largo de toda su historia de más de dos siglos. Tal hombre no obtendría reconocimiento, y mucho menos la feligresía, en ninguna comunidad o iglesia bautista del séptimo Día. Tampoco creo, por lo que conozco a los adventistas del séptimo día, que tal caso pudiera producirse entre ellos. La posibilidad de alguna pretensión engañosa podría ser fácilmente evitada por una provisión que exigiera que en caso de duda, el que pretende observar el séptimo día tenga que traer una certificación oficial de su relación con una iglesia que observa el sábado. Tal provisión acabaría con toda dificultad. LDN 116.4