Unos tres meses después que Foss no pudo recordar su visión, oyó desde una habitación cercana una visión relatada por otra persona. La reunión se realizaba en la casa donde él se encontraba. Se le rogó que viniera a la reunión, pero el rehusó hacerlo. Dijo que la visión era tan igual a la que se le había mostrado, como cuando dos personas describen lo mismo en sus propias palabras. Y así se supo lo que él vio pero no pudo recordar cuando trató de relatarlo. Al hablar de la persona más tarde, dijo: “Ese es el instrumento sobre quien el Señor puso la carga”. GMA 145.2