Cuando estas personas repasaron cuidadosamente su cálculo del período, no encontraron defectos; pero el Señor no vino, ni la tierra fue purificada por fuego. ¿Qué significaba esto? Con toda certeza sabían que el Señor había estado con ellos en el gran movimiento; pero ahora estaban en suspenso. Su confianza en el Señor no se había sacudido. Sabían que él no los abandonaría. La luz vendría de alguna fuente. La pregunta difícil ante ellos está expresada en las palabras de Jeremías, ya referidas: “¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables?” La fe no aceptaba esta duda, pues les vinieron a la mente las palabras del Señor por medio del profeta Habacuc respecto a la visión “Se apresura hacia el fin, y no mentirá”.18Habacuc 2:3. La expresión ya citada del editor de la Voice of Truth plantea muy bien su posición: “No podemos admitir que nuestro Sumo Sacerdote no realizó ese día todo lo que el tipo nos justificaba para esperar”. GMA 154.1