Pronto después de esto apareció impreso un artículo de J. B. Cook, en el cual mostraba que no hay evidencia bíblica para guardar el domingo como día de reposo, y usó esta breve expresión: “Así se quita fácilmente todo el viento de las velas de aquellos que navegan, tal vez sin saberlo, bajo la bandera sabática del papa”. GMA 204.3
Aunque la observancia del sábado de estos dos hombres fue de corta duración, ellos pusieron a rodar la bola que no pudo ser fácilmente detenida. Las consignas de “observadores papales del domingo”, “quebrantadores del mandamiento de Dios”, y “navegar bajo la bandera sabática papal”, estaban en labios de centenares que estaban ansiosos de saber la verdad sobre este asunto. Esto captó la atención del pastor Joseph Bates, de Fairhaven, Massachusetts, y éste aceptó el sábado en 1845. GMA 204.4