Un viernes de noche en octubre, el pastor White y su esposa llegaron a una casa en su viaje al este. El día siguiente (sábado) los vimos por primera vez en la reunión sabática. En el tiempo de esa reunión Oswald Stowell, el impresor, estaba sufriendo de un ataque muy severo de pleuresía, y su médico lo había dejado para morir. El doctor dijo “no puedo hacer nada por él”. Durante el culto, Oswald estaba en una habitación contigua, y en gran agonía física. Al finalizar la reunión envió un pedido de que se ofrecieran oraciones por él. Con otros me invitaron a tener una sesión de oración. Nos inclinamos junto a su cama, y mientras se ofrecían oraciones, el pastor White lo ungió con aceite “en el nombre del Señor”. Se sintió la presencia del Espíritu de Dios, y fue sanado instantáneamente. Cuando nos levantamos de la oración él estaba sentado en la cama, golpeándose los costados del cuerpo, que antes estaban tan adoloridos, y diciendo: “Estoy completamente sanado. Podré trabajar en la prensa manual mañana”. Dos días después eso hizo. GMA 263.6