Después que la Sra. White salió de esta visión, ella dio testimonio de lo que había visto. Antes de regresar el pastor White y su esposa de su viaje hacia el este, uno de nuestro grupo había dejado la ciudad, y estaba viajando por negocios por el Estado de Michigan. Por lo tanto, no estaba presente en esta reunión, y nunca había visto al pastor White y su esposa. Al relatar su visión, la Sra. White nos dijo, entre otras cosas, lo que vio respecto de este hombre que, aunque viajaba y estaba fuera de casa, tenía mucho que decir acerca de la ley de Dios y del sábado, aunque al mismo tiempo estaba quebrantando uno de los mandamientos. Ella dijo que era una persona con quien nunca se había encontrado, pero creía que lo vería en algún momento, ya que su caso se había presentado ante ella. A pesar de esto, ninguno de nuestro grupo suponía que era alguno con quienes estuviéramos relacionados. GMA 264.2
Unas seis semanas después de esta visión, el hermano antes mencionado volvió de Michigan. Tan pronto como la Sra. White miró su rostro, ella dijo a una de las hermanas: “Este es el hombre que vi en la visión, de quién les hablé”. La Sra. White le relataba la visión a este hermano, en presencia de su esposa y varias otras personas, y le dijo: “Como Natán le dijo a David, ‘tú eres el hombre’”. Entonces él hizo justo lo que Pablo dijo que algunas personas harían cuando se las reprendiera por sus pecados con el don de profecía: “Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros”.31 Corintios 14:24, 25. Después de escuchar el repaso que hizo la Sra. White de su mal proceder, este hermano cayó sobre sus rodillas ante su esposa, y con lágrimas le dijo a ella, y a los pocos presentes: “Dios está con vosotros verdaderamente”, y luego hizo una confesión completa de su proceder mientras estuvo en Michigan, por violar el séptimo mandamiento, según había revelado en el momento en que ocurría, a más de ochocientos kilómetros (500 millas) de distancia. GMA 264.3
De este modo unas pocas semanas nos dieron una sólida confirmación de los testimonios. No solo fuimos conducidos a decir que provenían de algún poder sobrenatural, sino que eran de una fuente que reprobaba, en términos no inciertos, a los hombres por su pecado. GMA 265.1