En un testimonio escrito en 1882 vemos el mismo sentimiento expresado en estas palabras: GMA 290.1
“La preocupación manifestada por nuestro Salvador en su última oración antes de su crucifixión era que la unión y el amor existiesen entre sus discípulos… ‘Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean una cosa; como tú oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa ; para que el mundo crea que tú me enviaste’”.9Testimonios para la iglesia 5, p. 219. GMA 290.2