Se registran casos de personas en los tiempos antiguos que fueron trasladados al cielo sin gustar la muerte. De Enoc, séptimo desde Adán, se dice que “caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”.41Génesis 5:24. “Por fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.42Hebreos 11:5. GMA 32.4
Además, mientras Elías y Eliseo estaban caminando juntos, “aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio”.432 Reyes 2:11, 12. GMA 32.5
Enoc profetizó de la venida de Cristo como juez de toda la tierra, con estas palabras: “He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él”.44Judas 14, 15. GMA 33.1