Quiero deciros que pronto no se hará ninguna obra en las líneas ministeriales que no sea obra médica misionera. El ministro tiene la responsabilidad de ministrar. Nuestros ministros deben trabajar en el plan evangélico de la ministración... CSI 534.1
Nunca seréis ministros según el orden evangélico, hasta que demostréis un interés decidido en la obra médica misionera, el Evangelio de sanar, bendecir y fortalecer. Acudid para ayudar al Señor contra los grandes poderes de las tinieblas, para que no se diga de vosotros: “Maldecid a Meroz... Maldecid severamente a sus moradores, porque no vinieron al socorro de Jehová”. Jueces 5:23... CSI 534.2
Debido a las instrucciones que he recibido del Señor tengo valor para levantarme entre vosotros a fin de hablar como lo hago, a pesar de las ideas que podáis tener acerca de la obra médica misionera. Quiero decir que la obra médica misionera es la obra de Dios. El Señor desea que todos sus ministros colaboren en este sentido. Llevad a cabo la obra misionera médica y ésta os dará acceso a la gente. Sus corazones serán conmovidos cuando atendáis sus necesidades. Al aliviar sus sufrimientos encontraréis la oportunidad de hablarles acerca del amor de Jesús... CSI 534.3
Dios ayudará a los que aman la verdad, a los que se entregan a él de corazón, mente y fuerzas. Dios trabajará poderosamente con sus ministros cuando sus corazones estén llenos de amor por las pobres ovejas perdidas de la casa de Israel. Buscad a los apóstatas, a los que una vez sabían qué era la religión, y presentadles el mensaje de misericordia. La historia del amor de Cristo tocará una cuerda en sus corazones. Cristo atrae a los seres humanos con la cuerda que Dios ha hecho descender del cielo para salvar a la humanidad. El amor de Cristo puede medirse únicamente cuando esta cuerda se mide... CSI 534.4
La obra médica misionera, la atención de los enfermos y dolientes, no se puede separar del Evangelio. Dios ayuda a los obreros cuya atención se ha fijado en este tema y que tienen la mente de Cristo. Que Dios os ayude a recordar que Cristo fue un obrero, que iba de un lugar a otro para sanar a los enfermos. Si estuviéramos tan estrechamente relacionados con Cristo, como lo estuvieron sus discípulos, Dios podría obrar por medio de nosotros para sanar a muchas personas que sufren. CSI 535.1