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Inacción y debilidad CSI 54

Los que no usan sus extremidades todos los días notarán que se sienten débiles cuando tratan de hacer ejercicio. Las venas y los músculos no están en condiciones de cumplir su función y mantener toda la maquinaria en saludable acción, cada órgano cumpliendo su parte. Los miembros se fortalecen con el uso. Un ejercicio moderado cada día impartirá fuerza a los músculos, que sin ejercicio se ponen fláccidos y endebles. Por medio del ejercicio activo y diario al aire libre, el hígado, los riñones, y los pulmones también se fortalecerán para hacer su trabajo. Traed en vuestra ayuda el poder de la voluntad, que resistirá el frío y dará energía al sistema nervioso. En poco tiempo os daréis cuenta del beneficio del ejercicio y del aire puro y no viviríais sin esas bendiciones. Vuestros pulmones, privados del aire, serán como una persona hambrienta privada de alimento. Por cierto, podemos vivir más tiempo sin alimento que sin aire, que es el alimento que Dios ha provisto para los pulmones. Por lo tanto, no lo consideréis un enemigo, sino una preciosa bendición de Dios. CSI 54.1