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Fidelidad a las leyes de salud CSI 140

Estoy convencida de que nadie necesita enfermarse en ocasión de un congreso, si observan las leyes de salud al preparar los alimentos. Si no hacen tortas ni pasteles, sino que preparan sencillo pan de harina de trigo entero, y se alimentan de fruta, enlatada o seca, no necesitan enfermarse al prepararse para las reuniones, ni tampoco durante las reuniones. Nadie debiera pasar todo el congreso sin alimentos calientes... CSI 140.1

No es necesario que los hermanos y las hermanas se enfermen en el campamento. Si se visten en forma adecuada, de acuerdo con el fresco de la mañana y de la noche, y son cuidadosos en cambiar su vestimenta de acuerdo con los cambios de temperatura para preservar una correcta circulación, y observan estrictamente la regularidad en el sueño y en la ingestión de alimentos sencillos, no comiendo nada entre comidas, no necesitan enfermarse... Los que han estado ocupados en duras faenas día tras día, ahora interrumpen su ejercicio; por lo tanto no debieran ingerir el promedio habitual de alimentos. Si así lo hacen, recargarán el estómago. Deseamos que las facultades del cerebro funcionen con vigor especial en estas reuniones y que estén en las condiciones más saludables para oír la verdad, apreciarla, y retenerla, para que otros puedan practicarla después de regresar de las reuniones. Si el estómago está recargado con exceso de alimentos, aunque sean sencillos, la fuerza del cerebro se usará para ayudar a los órganos digestivos. Hay una sensación de embotamiento en el cerebro. Es casi imposible mantener los ojos abiertos. Las mismas verdades que debieran oírse, comprenderse y practicarse se pierden completamente por causa del malestar o porque el cerebro está casi paralizado como consecuencia de la cantidad de alimentos ingeridos.—Testimonies for the Church 2:602-603 (1871). CSI 140.2