El director y el gerente deben trabajar unidos. El gerente debe velar para que los gastos no excedan a las entradas. Debe saber con cuántos fondos se cuenta para que la obra aquí no sea cargada por las deudas como lo fue en Battle Creek. La condición en que se encuentran las cosas aquí nunca debió haber existido. Es el resultado de la obra de hombres que no están bajo la dirección de Dios. Cuando los hombres se someten a la dirección de Dios, la obra avanza armoniosamente; pero cuando se coloca en cargos de responsabilidad en la obra a hombres de temperamento fuerte que no están controlados por Dios, la causa es puesta en peligro, porque sus temperamentos fuertes los inducen a usar un dinero que tienen tan sólo en perspectiva.—Manuscrito 106, 1899. CMC 289.4