Como he dicho antes, vivimos en una era corrupta. Es un tiempo en que Satanás parece ejercer un dominio casi perfecto sobre las mentes que no están plenamente consagradas a Dios. Por lo tanto, descansa una gran responsabilidad sobre los padres y los tutores que tienen que criar a los niños. Los padres han asumido la responsabilidad de traer estos niños a la vida; y ahora, ¿cuál es su deber? ¿Consiste en dejarlos criarse lo mejor que puedan o como quieran? Permitidme deciros que recae una pesada responsabilidad sobre esos padres. “Si pues coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo a gloria de Dios.” 1 Corintios 10:31. ¿Hacéis esto cuando preparáis alimento para vuestras mesas, y llamáis a la familia a participar de ellos? ¿Estáis colocando delante de vuestros hijos solamente alimentos que producirán la mejor sangre? ¿Contribuirá este alimento a conservar sus cuerpos en la condición menos febril? ¿Es de la clase que los pondrá en la mejor condición de vida y salud? ¿Es tal el alimento que procuráis colocar delante de vuestros hijos? ¿O será que, sin mirar a su bienestar futuro, les dais alimentos malsanos, estimulantes e irritantes? 1JT 185.2
Permitidme deciros que los niños se inclinan al mal. Satanás parece dominarlos. Se posesiona de sus mentes juveniles y son corrompidos. ¿Por qué obran los padres y las madres como si estuviesen aletargados? No sospechan que Satanás está sembrando mala semilla en sus familias. Son ciegos, negligentes y temerarios hasta el colmo en estas cosas. ¿Por qué no despiertan y se dedican a leer y estudiar estos asuntos? Dice el apóstol: “Mostrad en vuestra fe virtud, y en la virtud ciencia; y en la ciencia templanza, y en la templanza paciencia” etc. 2 Pedro 1:5, 6. Esta es una obra que incumbe a todos los que profesan seguir a Cristo; consiste en vivir de acuerdo con el plan de la adición. ... 1JT 186.1