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Es el deber de toda mujer llegar a ser una cocinera capaz CRA 297

372. Con frecuencia nuestras hermanas no saben cocinar. A las tales quiero decirles: Yo iría a la mejor cocinera que se pudiera hallar en el país, y permanecería a su lado si fuese necesario durante semanas, hasta llegar a dominar el arte de preparar los alimentos, y ser una cocinera inteligente y hábil. Obraría así aunque tuviese cuarenta años de edad. Es vuestro deber saber cocinar, y lo es también el enseñar a vuestras hijas a cocinar. Cuando les enseñáis el arte culinario, edificáis en derredor de ellas una barrera que las guardará de la insensatez y el vicio que de otra manera podrían tentarlas.—Joyas de los Testimonios 1:190 (1870). CRA 297.1

373. Para aprender cómo cocinar, las mujeres deben estudiar, y luego traducir pacientemente a la práctica lo que aprenden. Hay personas que sufren porque no se toman el trabajo de hacer esto. Digo a las tales: Es tiempo que despertéis vuestras dormidas energías, y obtengáis la información necesaria. No penséis que es tiempo perdido el que se dedica a obtener un conocimiento y una experiencia cuidadosos en la preparación de alimentos sanos y sabrosos. No importa cuánta experiencia hayáis tenido en cocinar, si todavía tenéis la responsabilidad de atender la familia, es vuestro deber aprender a cuidar de ella de la debida manera.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 49; Counsels on Health, 117 (1890). CRA 297.2