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El deseo vehemente interfiere el culto espiritual CRA 511

743. El té y el café, así como el tabaco, tienen un efecto pernicioso sobre el organismo. El té es intoxicante; aunque menores en intensidad, sus efectos son los mismos en carácter que las bebidas alcohólicas. El café tiene una tendencia mayor a nublar el intelecto y debilitar las energías. No es tan fuerte como el tabaco, pero tienen efectos similares. Los argumentos que se presentan contra el tabaco pueden también aplicarse contra el uso del té y del café. CRA 511.3

Los que tienen el hábito de usar té, café, tabaco, opio o bebidas alcohólicas, no pueden adorar a Dios cuando están privados de estos narcóticos habituales. Ocúpense en adorar a Dios mientras están privados de estos estimulantes, y la gracia divina será impotente para animar, vitalizar o espiritualizar sus oraciones o sus testimonios. Estos cristianos profesos deben considerar cuál es la causa de su placer. ¿Proviene ella de arriba o de abajo?—The Review and Herald, 25 de enero de 1881. CRA 512.1