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En los coches CRA 584

9. Mientras padres e hijos estaban comiendo sus alimentos delicados, mi esposo y yo participamos de nuestra sencilla comida, a la hora en que acostumbramos hacerlo, a la una de la tarde, compuesta de pan integral y una abundante provisión de fruta. Consumimos nuestro alimento con intenso gusto, y con corazones agradecidos de que no tuviéramos que llevar con nosotros un almacén popular para satisfacer un apetito caprichoso. Comimos con placer, y no tuvimos ninguna sensación de hambre hasta la próxima comida. El muchacho que pasaba con sus naranjas, nueces, maíz reventado y bombones descubrió que éramos malos clientes.—The Health Reformer, diciembre de 1870. CRA 584.2

[En 1873, un poco de leche y algo de azúcar—532.] CRA 584.3