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No solamente oidores, sino hacedores FO 119

En cada generación ha habido hombres que se han titulado hijos de Dios, que diezmaban la menta y el eneldo y el comino, y sin embargo llevaban una vida impía, porque pasaban por alto las cosas más importantes de la ley: la misericordia, la justicia y el amor de Dios. FO 119.1

Muchos se hallan hoy en un engaño similar; porque mientras aparentan una gran santidad, no son hacedores de la Palabra de Dios. ¿Qué puede hacerse para abrir los ojos de estas almas que se engañan a sí mismas, excepto establecer delante de ellas un ejemplo de piedad verdadera, y nosotros mismos ser no solamente oidores sino hacedores de los mandamientos del Señor, reflejando así en su camino la luz de un carácter puro? FO 119.2