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No se necesita estímulo malsano COES 159

Los que tienen en vista las realidades eternas, los que aman al Señor con todo el corazón, el alma y las fuerzas, y a su prójimo como a sí mismos, realizarán concienzudamente todo su deber, como si el telón fuera descorrido y pudieran ver que están trabajando a la vista del universo celestial. El espíritu de la liberalidad cristiana se fortalecerá al ser ejercitado, y no necesitará ningún estímulo malsano. Todos los que posean este espíritu, el Espíritu de Cristo, llevarán sus dones a la tesorería del Señor con gozosa presteza. Inspirados por el amor a Cristo y por las almas por las cuales él murió, sienten un intenso fervor al desempeñar su parte con fidelidad.—The Review and Herald, 16 de mayo de 1893. COES 159.1