El calor de la verdadera amistad y el amor que une los corazones del esposo y la esposa, es un goce anticipado del cielo. CJE 10.1
Dios ordenó que haya perfecto amor y armonía entre los que contraigan matrimonio. CJE 10.2
Que el esposo y la esposa se comprometan en la presencia del universo celestial a amarse el uno al otro como Dios lo ordenó.—En Lugares Celestiales, 204. CJE 10.3