No debierais decir una palabra ni realizar acción alguna que no quisiérais los ángeles viesen y anotasen en los libros del cielo. Debéis procurar sinceramente glorificar a Dios. Vuestro corazón debe tener únicamente aspectos puros, santificados, dignos de quienes siguen a Cristo, que sean de índole elevada y más celestial que terrenal. Cuanto difiere de esto degrada el noviazgo; y el matrimonio no puede ser santo y honroso a la vista de un Dios puro y santo, a menos que concuerde con los elevados principios de la Escritura.3.El hogar adventista (1894), 46. CJE 13.1
Permitid que algunas de las horas del galanteo antes del matrimonio, continúen a lo largo de la vida matrimonial.4.El hogar adventista (1894), 47. CJE 13.2