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“Permaneced en mí” CE 230

Cristo nos ordena: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí... El que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer... Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos. CE 230.5

“Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor... CE 231.1

“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé”. Juan 15:4-16. CE 231.2

“Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo”. Apocalipsis 3:20. CE 231.3

“Al vencedor le daré de comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual nadie conoce sino el que lo recibe”. Apocalipsis 2:17. CE 231.4

“Al vencedor... le daré la estrella de la mañana... Escribiré sobre él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de Dios... y mi nombre nuevo”. Vers. 26-28; 3:12. CE 231.5