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La imagen de oro ECFP 34

Se había permitido que la luz del cielo brillara directamente sobre el rey Nabucodonosor, y por corto tiempo éste fue influido por el temor de Dios. Pero unos pocos años de prosperidad llenaron su corazón de orgullo, y olvidó su reconocimiento del Dios viviente. Reasumió su culto idolátrico con celo y fanatismo acrecentados. ECFP 34.3

Usando los tesoros obtenidos en la guerra, confeccionó una imagen de oro para representar el coloso que había visto en su sueño, erigiéndola en la llanura de Dura, y ordenando que todos los gobernadores y el pueblo la adoraran, so pena de muerte. Esta estatua tenía unos treinta metros de altura y unos tres metros de ancho, y a los ojos de aquel pueblo idólatra presentaba una apariencia de lo más imponente y majestuosa. Se efectuó una proclamación para llamar a todos los funcionarios del gobierno a reunirse para la dedicación de la imagen, y al son de los instrumentos músicos, a prosternarse y adorarla. Si alguno dejaba de hacerlo, debía ser arrojado inmediatamente en medio de un horno de fuego ardiente. ECFP 34.4