Go to full page →

La morada de Dios, 9 de agosto FV 229

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1 Corintios 6:19. FV 229.1

“Mediante una figura hermosísima e impresionante, la Palabra de Dios muestra en qué consideración tiene nuestro organismo físico y la responsabilidad que tenemos de conservarlo en la mejor condición.... El cuerpo es un templo en el cual Dios desea morar... ; hay que conservarlo puro, como morada de pensamientos elevados y nobles.”—La Educación, 196. FV 229.2

“El conocimiento de que el hombre ha de ser templo para Dios, habitación para la revelación de su gloria, debe ser el mayor incentivo para el cuidado y desarrollo de nuestras facultades físicas. Asombrosa y maravillosamente Dios ha formado el cuerpo humano, y nos manda que lo hagamos objeto de nuestro estudio, que nos demos cuenta de sus necesidades, y que hagamos cuanto esté de nuestra parte para preservarlo de daño y de contaminación.”—El Ministerio de Curación, 252. FV 229.3

“Debiéramos cultivar hasta el más alto grado de perfección todas las facultades con que el Creador nos ha dotado, a fin de rendir la máxima utilidad de que somos capaces.... No podemos permitirnos dañar o entorpecer ninguna función de la mente o del cuerpo. Si lo hacemos deberemos sufrir las consecuencias.”—Counsels on Health, 107. FV 229.4

“El deseo de Dios para todo ser humano va expresado en las palabras: ‘Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad.’” 3 Juan 2.—El Ministerio de Curación, 103. FV 229.5