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Nuestros ángeles custodios y auxiliadores, 14 de marzo FV 81

¿No son todos espíritus administradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de salud? Hebreos 1:14. FV 81.1

“El único plan que podía asegurar la salvación del hombre afectaba a todo el cielo en su infinito sacrificio. Los ángeles no podían regocijarse mientras Cristo les explicaba el plan de redención, pues veían que la salvación del hombre iba a costar indecible angustia a su amado jefe. Llenos de asombro y pesar, le escucharon cuando les dijo que debería bajar de la pureza, paz, gozo, gloria y vida inmortal del cielo, a la degradación de la tierra, para soportar dolor, vergüenza y muerte.... Los ángeles se postraron de hinojos ante su soberano y se ofrecieron ellos mismos a sacrificarse por el hombre. Pero la vida de un ángel no podía satisfacer la deuda; solamente Aquel que había creado al hombre tenía poder para redimirlo. No obstante, los ángeles iban a tener una parte que desempeñar en el plan de redención.... Los ángeles habían de ser espíritus auxiliadores, enviados para ayudar a los que fuesen herederos de la salvación. Guardarían a los súbditos de la gracia del poder de los malos ángeles y de las tinieblas que Satanás esparciría constantemente alrededor de ellos.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 49, 50. FV 81.2

“Los ángeles están siempre presentes donde más se los necesita, junto a aquellos que libran las más arduas batallas consigo mismos y están rodeados del ambiente más desalentador. Se les ha encomendado especialmente las almas débiles y temblorosas que tienen muchos rasgos objetables de carácter. Aquello que los corazones egoístas considerarían un servicio humillante, ayudar a los que en todo sentido tienen un carácter inferior y hasta despreciable, es la obra de los seres puros e inmaculados de las cortes celestiales.”—The Signs of the Times, 30 de mayo de 1916.*6—L. F. P. L. C. V. FV 81.3