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Se debe reconocer la autoridad divina MM 172

Nunca abandone la norma verdadera, aunque por aferrarse a ella se convierta en un pordiosero. Dios ha establecido una elevada norma de justicia. Él ha hecho una distinción muy clara entre la sabiduría humana y la divina. Todo el que trabaja del lado de Cristo debe hacerlo para salvar, no para destruir. La política mundanal no debe convertirse en la política de los siervos de Dios. Debe reconocerse la autoridad divina. La iglesia sobre la tierra debe ser la representante de los principios celestiales. En medio de la terrible confederación de injusticia, engaño, robo y crimen, ésta debe brillar con luz de lo alto. Debe sostenerse, en la justicia de Cristo, contra la apostasía prevaleciente.—Carta 38, 1901. MM 172.3