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El estudiante de medicina MM 82

Mientras se prepara para su vocación, al estudiante de medicina se le debe estimular a alcanzar el más alto desarrollo posible de todas sus facultades. Sus estudios, por exigentes que sean, no necesitan forzosamente minar su salud física, ni disminuir su regocijo en las cosas espirituales. Durante toda su preparación, puede crecer continuamente en la gracia y en el conocimiento de la verdad; y al mismo tiempo, aumentar sin cesar la reserva de conocimiento que le hará un sabio en su profesión. MM 82.3

A los estudiantes de medicina quisiera decirles: Iniciad vuestros estudios con la resolución de hacer lo recto y conservar los principios cristianos. Huid de la tentación, y evitad toda influencia del mal. Conservad vuestra integridad del alma. Mantened un aprecio concienzudo de la verdad y la justicia. Sed fieles en las responsabilidades más pequeñas, y mostraos reflexivos, críticos, con corazón sano e íntegros, siendo leales a Dios y fieles a la humanidad. MM 83.1