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No desperdiciéis las horas MM 84

Dios no requerirá del hombre ninguna cuenta más estricta que la que pedirá por la manera como ocupó su tiempo. ¿Malgastó y abusó de sus horas? Dios nos ha concedido la preciosa bendición de la vida, pero no para que la desperdiciemos en la satisfacción egoísta. Nuestra obra es demasiado solemne, demasiado corto el tiempo para servir a Dios y a nuestros semejantes, para que lo dediquemos a buscar fama. ¡Oh, si los hombres se detuvieran en sus aspiraciones donde Dios trazó los límites, qué diferente servicio recibiría el Señor! MM 84.3