Este es el primer deber de todo estudiante. Nadie debe tratar de medir lo que supone que sus compañeros de estudio pueden hacer. Que cada estudiante razone convenientemente en relación a lo que puede soportar. Cada uno tiene una individualidad que ninguno más puede manejar con tan buen éxito como él. Nadie puede sumergir su identidad en la de otra persona. Cada cual debe conocerse a sí mismo y darse una oportunidad favorable de obtener un buen estado físico, una mente clara, nervios bien equilibrados y buena digestión. Con esto, estará habilitado para hacer la obra para la cual se ha preparado. Si se descalifica a sí mismo por la imprudencia, por comer de prisa, porque tiene poco tiempo que gastar, se está inhabilitando para hacer después una obra integral y completa... MM 104.1