Cristo ilustró la edificación del carácter por medio de una casa fundada sobre una roca, contra la cual la tormenta y la tempestad no tenían poder, y la casa construida sobre la arena, que fue barrida. Vivimos en tiempos peligrosos. En medio de escenas cambiantes, con herejías y falsas doctrinas que vienen a probar la fe de todos, la casa construida sobre la roca sólica no puede ser sacudida. Pero cuando vengan la tormenta y la tempestad, la casa construida sobre la arena caerá y será muy grande su ruina. MM 113.1
Prestemos atención, entonces, a cómo construimos. Que nadie construya insensatamente. La Palabra de Dios es nuestro único fundamento. Toda apariencia de error vendrá sobre nosotros. Algunos de estos errores serán muy especiosos y atractivos, pero si se aceptan, se quitarán los pilares del fundamento que Cristo ha establecido y se construirá una estructura de manufactura humana. Hay quienes viendo no ven, y escuchando, no escuchan y bajo la guía de Satanás preparan falsos fundamentos para la mente humana. MM 113.2
Todos deben estudiar las lecciones de Cristo. La verdad es sólida y sustancial. Se debe presentan esta verdad a todos; pues Satanás vendrá con sus sentimientos placenteros, que presentan la Palabra de Dios como insignificante y desvían la mente de la verdad hacia las fábulas.—Carta 223, 1905. MM 113.3