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Otro ejemplo IR 84

En 1845 un hombre llamado Curtis hizo una obra similar en el estado de Massachussetts. Presentó una falsa doctrina, y entretejió con sus teorías, declaraciones y párrafos de los Testimonios, y publicó sus opiniones en el Day Star, y en forma de hojas sueltas. Durante varios años estas publicaciones han dado su fruto funesto, y han traído oprobio a los Testimonios que, en su totalidad, de ninguna manera sostenían su obra. Mi esposo le escribió y le preguntó qué pretendía al presentar los Testimonios entretejidos con sus propias palabras para sostener aquello a lo cual nos oponíamos, y le pidió que corrigiera la impresión que su obra había causado. Se negó terminantemente a hacerlo, diciendo que sus teorías eran la verdad, y que las visiones debían haber corroborado sus puntos de vista, y que virtualmente los sostenían, pero que yo me había olvidado de escribir los asuntos que aclaraban sus teorías. IR 84.1

En todo momento, desde el comienzo de la obra, se han levantado individuos, uno tras otro, para hacer esta clase de tarea, y yo he tenido dificultades y he debido incurrir en gastos para contrarrestar estas falsedades. Han publicado sus opiniones y han engañado a muchas almas, pero quiera Dios guardar las ovejas de su prado.—The Review and Herald, 12 de septiembre de 1893; reimpreso en Testimonios para los Ministros, 52-57. IR 85.1