Tanto en la escuela como en el hogar, mucha de la enseñanza era oral, pero los jóvenes aprendían también a leer los escritos hebreos, y se ofrecían a su estudio los pergaminos de las Escrituras del Antiguo Testamento. En esas escuelas, los principales temas de estudio eran la Ley de Dios, con las instrucciones dadas a Moisés, la historia y la música sagradas, y la poesía.—La Educación, 47. Mu 14.3