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Todo maestro necesita orar a diario Or 195

Todo maestro debe recibir diariamente instrucción de Cristo, y debe trabajar constantemente bajo su dirección. Es imposible que comprenda o cumpla correctamente su trabajo a menos que pase mucho tiempo con Dios en oración. Únicamente con la ayuda divina combinada con su esfuerzo ferviente y abnegado, puede esperar hacer su trabajo sabiamente y bien. Or 195.2

El maestro perderá la misma esencia de la educación, a menos que comprenda la necesidad de orar, y humille su corazón delante de Dios. Debe saber orar, y saber qué lenguaje debe usar en la oración. “Yo soy la vid—dijo Jesús—, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”. Juan 15:5. El maestro debe permitir que el fruto de la fe se manifieste en sus oraciones. Debe aprender a acudir al Señor e interceder con él hasta recibir la seguridad de que sus peticiones han sido oídas.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 219, 220. Or 195.3