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No hay tiempo que perder MJ 213

Jóvenes y señoritas, no tienen tiempo que perder. Traten fervorosamente de poner madera sólida en la edificación del carácter. Les rogamos, por amor a Cristo, que sean fieles. Traten de redimir el tiempo. Conságrense diariamente al servicio de Dios, y hallarán que no necesitan muchos días de fiesta para pasar ociosamente, ni mucho dinero para gastar en darse los gustos. El cielo observa a quienes tratan de mejorar y de modelarse a la semejanza de Cristo. Cuando el agente humano se somete a Cristo, el Espíritu Santo lleva a cabo una gran obra en su favor. MJ 213.5

Todo verdadero y abnegado obrero de Dios está dispuesto a gastar y a ser gastado en bien de otros. Cristo dice: “El que ama su vida, la perderá; y el que desprecia su vida en este mundo, para vida eterna la guardará”.4Juan 12:25. El verdadero cristiano muestra su amor hacia Dios y a sus semejantes en los esfuerzos fervientes y reflexivos que hace para ayudar a otros. Quizá pierda la vida en el servicio, pero cuando Cristo venga a recoger sus joyas, la encontrará otra vez.—The Youth’s Instructor, 10 de septiembre de 1907. MJ 214.1