Una sencillez y una simplicidad estricta debieran caracterizar la vivienda y la vestimenta de todos los que creen en las solemnes verdades para este tiempo. Todos los recursos gastados innecesariamente en ropa o en el adorno de nuestras casas, constituyen un derroche del dinero del Señor. Eso es defraudar la causa de Dios para satisfacer el orgullo.—Testimonios para la Iglesia 5:176. MJ 223.4