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Capítulo 132—Las reuniones sociales MJ 274

Las reuniones sociales pueden ser en elevado grado provechosas e instructivas cuando los que asisten a ellas tienen el amor de Dios en su corazón, cuando se reúnen para expresar pensamientos relacionados con la Palabra de Dios, o para considerar los métodos para el progreso de su obra o para hacer el bien a sus prójimos. Dios es honrado, y los que tienen parte en estas reuniones son refrigerados y fortalecidos cuando el Espíritu Santo es considerado un huésped bienvenido a tales encuentros, y cuando no se dice o hace nada que lo haga retirarse entristecido. MJ 274.4

Pero hay reuniones sociales de carácter diferente, donde se ven con demasiada frecuencia el orgullo de la apariencia, hilaridad y frivolidad. En su deseo de divertirse, los que asisten a ellas corren el peligro de olvidar a Dios, y ocurren cosas que hacen llorar a los ángeles que las observan. El escenario de placer llega a ser, momentáneamente, su paraíso. Todos se entregan a la hilaridad y la alegría. Los ojos chispean, las mejillas se sonrojan; pero la conciencia duerme. MJ 274.5