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Fuentes cristianas de placer MJ 279

Dios ha provisto para todos un placer que puede ser disfrutado igualmente por ricos y pobres: el placer de cultivar la pureza de pensamiento y el desinterés en la acción, el placer que proviene de hablar palabras de simpatía y realizar actos bondadosos. Los que prestan un servicio tal irradian la luz de Cristo que alumbra las vidas oscurecidas por muchas penas.—Testimonios para la Iglesia 9:46. MJ 279.1