Por grandes o pequeños que sean sus talentos, recuerden que lo que tienen es de ustedes, pero que únicamente lo tienen en custodia. Dios los prueba así, dándoles la oportunidad de mostrarse fieles. Le son deudores por todas las aptitudes que poseen. Las facultades del cuerpo, la mente y el espíritu le pertenecen, y han de usarlas para él. Ante aquel que lo da todo deben rendir cuenta del tiempo, la influencia, las aptitudes, la habilidad. El que por esfuerzos fervientes trata de llevar a cabo el gran plan del Señor para elevar a la humanidad, es quien mejor usa sus dones. MJ 34.3
Perseveren en la obra que han empezado hasta ganar victoria tras victoria. Edúquense para un fin. Tengan en vista la más elevada norma para que puedan realizar cada vez mayor bien, reflejando así la gloria de Dios.—The Youth’s Instructor, 25 de enero de 1910. MJ 34.4