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Ayuda en la tentación MJ 47

Por medio de la fe y la oración todos pueden cumplir los requisitos del evangelio. Nadie puede ser forzado a transgredir. Primero tiene que ganarse el consentimiento propio; la persona tiene que proponerse cometer el acto pecaminoso antes que la pasión pueda dominar a la razón o que la iniquidad triunfe sobre la conciencia. No importa cuán fuerte sea la tentación, no es excusa para el pecado. “Los ojos del Señor están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos”.2Salmos 34:15. Joven tentado, clama a Jehová. Arrójate indefenso e indigno sobre Jesús y reclama su promesa pura. El Señor escuchará. Él sabe cuán fuertes son las inclinaciones del corazón natural, y brindará su ayuda en todo momento de tentación. MJ 47.1

¿Has caído en el pecado? Entonces, sin más dilación, procura de Dios la misericordia y el perdón [...]. Todavía se extiende misericordia al pecador. En medio de todos nuestros desvaríos, el Señor nos llama así: “Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones”.3Jeremías 3:22.Testimonios para la Iglesia 5:165, 166. MJ 47.2