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Capítulo 66—La dignidad del trabajo MJ 149

Era el propósito de Dios aliviar por medio del trabajo el mal introducido en el mundo por causa de la desobediencia del hombre. El trabajo podía hacer ineficaces las tentaciones de Satanás y detener la marea del mal. Y aunque está acompañado de ansiedad, cansancio y dolor, el trabajo todavía es una fuente de felicidad y desarrollo, y una salvaguardia contra la tentación. Su disciplina ahuyenta la complacencia propia, y fomenta la laboriosidad, la pureza y la firmeza. Así llega a ser parte del gran plan de Dios para restaurarnos de la caída. MJ 149.1