Necesidad de dirección al celebrarlos—Vi que no debemos festejar los días feriados como los festeja el mundo, y sin embargo no debemos pasarlos por alto, sin prestarles atención, porque esto dejaría descontentos a nuestros hijos. En estos tiempos, cuando hay peligro de que nuestros hijos estén expuestos a malas influencias y sean corrompidos por los placeres y la excitación del mundo, procuren los padres preparar algo que reemplace las diversiones más peligrosas. Haced comprender a vuestros hijos que pensáis en su bienestar y felicidad.1Testimonies for the Church 1:514. HC 429.1
Por la observancia de los días de fiesta, tanto la gente del mundo como los miembros de las iglesias han llegado a creer que dichos días son esenciales para la salud y la felicidad; pero los resultados revelan que el mal abunda en ellos.2Fundamentals of Christian Education, 317. HC 429.2
Nos hemos esforzado en serio por hacer que las fiestas fueran tan interesantes como se pudiera para los jóvenes y los niños mientras cambiábamos ese orden de cosas. Nuestro fin era mantenerlos alejados de las escenas de diversión entre incrédulos.3The Review and Herald, 29 de enero de 1884. HC 429.3
¿Anotará el ángel: “Un día perdido”?—Una vez terminado un día en que se buscó placer, ¿dónde está la satisfacción de los buscadores? Como obreros cristianos, ¿a quiénes han ayudado a llevar una vida mejor, más elevada y más pura? ¿Qué verían si pudieran mirar lo anotado por el ángel en el registro? ¿Un día perdido? Para sus almas y para el servicio de Cristo, el día se perdió porque ningún bien se hizo durante sus horas. Podrán disponer de otros días, pero jamás tendrán aquel día pasado en la ociosidad y las charlas insensatas entre jóvenes varones y niñas. HC 429.4
Nunca volverán a presentarse aquellas mismas oportunidades. Habría sido mejor que en aquel día de fiesta se hubiesen dedicado al trabajo más arduo. No dieron a su día de fiesta el empleo correcto, y pasó a la eternidad para que en el juicio los confronte como un día mal empleado.4Carta 12, 1892. HC 430.1
Los cumpleaños son ocasiones para alabar a Dios—Bajo la economía judaica, Dios había ordenado que se le presentara una ofrenda en ocasión del nacimiento de los hijos. Ahora vemos a los padres procurar en forma especial ofrecer regalos a sus hijos en sus cumpleaños. Hacen de ello una ocasión para honrar al niño, como si se debiera honrar a un ser humano. En esto Satanás ha logrado lo que quería y ha distraído hacia los seres humanos la atención y los regalos, de manera que los pensamientos de los niños se dirigen a sí mismos, como si hubieran de ser objeto de favores especiales. ... HC 430.2
En ocasión de los cumpleaños se debe enseñar a los niños que tienen motivos por agradecer a Dios por su bondad que les conservó la vida otro año. Así se les puede dar lecciones preciosas. Estamos en deuda con el Dador de todas las mercedes tanto por la vida, la salud, el alimento y el vestido, como por la esperanza de vida eterna. Debemos, pues, reconocer sus dones y presentar nuestras ofrendas de gratitud a nuestro mayor benefactor. Estos regalos de cumpleaños son reconocidos por el Cielo.5The Review and Herald, 9 de diciembre de 1890. HC 430.3
Es el momento de repasar lo hecho—Enseñadles a repasar el año de su vida que ha transcurrido, a considerar si les agradaría hallarse frente a lo anotado en los libros del cielo. Estimulad en ellos serias reflexiones acerca de si su comportamiento, sus palabras y sus obras fueron de un carácter que agradó a Dios. ¿Hicieron que sus vidas fueran más semejantes a la de Cristo y hermosas a los ojos de Dios? Enseñadles el conocimiento del Señor, sus caminos y sus preceptos.6The Review and Herald, 23 de diciembre de 1884. HC 430.4
La obra de Dios en primer lugar—He dicho a mi familia y a mis amistades que mi deseo es que nadie me haga un regalo de cumpleaños o de Navidad, a menos que sea con el permiso de transferirlo a la tesorería del Señor, para ser asignado al establecimiento de las misiones.7The Review and Herald, 27 de diciembre de 1906. HC 431.1
¿Cómo observaremos el Día de Acción de Gracias?*Nota:Este día de fiesta oficial se celebra en Estados Unidos cada año el último jueves de noviembre, en conmemoración del hecho de que los primeros Peregrinos, llegados a la costa de la Nueva Inglaterra en 1620, pudieron sobrevivir gracias a las primeras cosechas que la bendición de Dios les permitió obtener.—El traductor.—Se acerca nuestro Día de Acción de Gracias. ¿Será, como ha sido en muchos casos, una manifestación de agradecimiento hacia nosotros mismos? ¿O será un día de agradecimiento a Dios? Nuestros días de acción de gracias pueden ser ocasiones de gran beneficio para nuestras almas, así como para otras personas, si aprovechamos la oportunidad para recordar a los pobres que hay entre nosotros. ... HC 431.2
Pueden idearse cien maneras de ayudar a los pobres con tanta delicadeza que les hagamos sentir que nos hacen un favor al recibir nuestros regalos y nuestra simpatía. Debemos recordar que es más bienaventurado dar que recibir. Las atenciones de nuestros hermanos son más liberales cuando las tributan a personas a quienes desean honrar, y cuyo respeto desean, pero que no necesitan su ayuda. La costumbre y la moda dicen: Dad a aquellos que os darán; pero no es la regla que dicta la Biblia para regir los donativos. La Palabra de Dios se declara contraria a esta manera de satisfacernos a nosotros mismos al otorgar nuestros regalos, y dice: “El... que da al rico, ciertamente será pobre.” HC 431.3
Llega una ocasión en la cual nuestros principios serán probados. Empecemos a preguntarnos qué podemos hacer para los menesterosos de Dios. Podemos hacerlos, por nuestro intermedio, recipientes de las bendiciones de Dios. Reflexionemos acerca de qué viuda, qué huérfano, qué familia pobre, podremos aliviar, no de una manera ostentosa, sino como intermediarios de la bendición del Señor a sus pobres. ... HC 431.4
Pero esto no abarca todo nuestro deber. Hagamos una ofrenda a nuestro mejor Amigo; reconozcamos sus bondades; manifestemos nuestra gratitud por sus favores; llevemos una ofrenda de agradecimiento a Dios. ... Hermanos y hermanas, tengamos una comida sencilla el Día de Acción de Gracias, y con el dinero que gastaríamos en cosas adicionales para halagar el apetito, presentemos una ofrenda de agradecimiento a Dios.8The Review and Herald, 18 de noviembre de 1884. HC 432.1
No observemos ya el Día de Acción de Gracias para halagar el apetito y glorificar al yo. Tenemos motivo por presentarnos en los atrios del Señor con ofrendas de gratitud porque nos conservó la vida un año más. ... Si ha de haber banquete, sea para los que están en necesidad.9The Review and Herald, 23 de diciembre de 1884. HC 432.2
Un Día de Acción de Gracias.*Nota: Parte de un sermón para el Día de Acción de Gracias, predicado en el Tabernáculo de Battle Creck el 27 de noviembre de 1884.—Pienso que tenemos algo por lo cual estar agradecidos. Debemos alegrarnos y regocijarnos en Dios porque nos ha concedido muchas mercedes. ... Queremos que este Día de Acción de Gracias sea todo lo que implica. No permitamos que se pervierta ni que haya escorias mezcladas con nuestro agradecimiento. Sea más bien ese día lo que su nombre implica, es decir dedicado a dar gracias. Asciendan nuestras voces en alabanza a Dios.10Ibid. HC 432.3
Días dedicados a Dios—¿No sería bueno que nosotros dedicásemos a Dios fiestas durante las cuales podríamos hacer revivir en nuestra mente el recuerdo del trato que él nos ha dispensado? ¿No sería bueno considerar sus bendiciones pasadas, recordar las amonestaciones impresionantes que dirigió a nuestras almas para que no nos olvidásemos de él? HC 432.4
El mundo tiene muchas fiestas, y los hombres se han dejado enfrascar en deportes, carreras de caballos, juegos, hábitos de fumar y emborracharse. ... HC 433.1
¿No tendrá el pueblo de Dios, con más frecuencia, santas convocaciones para dar gracias a Dios por sus ricas bendiciones?11Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 262. HC 433.2
Oportunidades de hacer obra misionera—Necesitamos en la iglesia hombres capaces de desarrollarse en la tarea de organizar y dar trabajo práctico a jóvenes y señoritas para que alivien las necesidades de la humanidad y trabajen para salvar las almas de hombres, mujeres, jóvenes y niños. Será imposible que todos dediquen el total de su tiempo a esa obra, debido al trabajo que deben hacer para ganarse la vida. Sin embargo, disponen de las fiestas y otros momentos que pueden dedicar a la obra cristiana y así hacer bien, aun cuando sus recursos no les permitan dar mucho.12Carta 12, 1892. HC 433.3
Cuando tenéis una fiesta, haced de ella un día agradable y feliz para vuestros hijos, y haced también que sea un día agradable para los pobres y afligidos. No dejéis transcurrir el día sin llevar a Jesús ofrendas de agradecimiento.13The Review and Herald, 13 de noviembre de 1894. HC 433.4